
Recuerdo cuándo solíamos amarnos en secreto y todo marchaba perfecto, era increíble el momento en que se cruzaban nuestras miradas, deseando que el otro sintiera esa misma magia en su interior, después gritamos nuestro amor a las cuatro vientos, y poco a poco surgieron las
decepciones, los miedos, las dudasy tal vez haya sido mejor no compartir nuestras vidas, pues quizas es verdad eso de que el amor más largo es el amor en secreto. Pero yo que me ruborizo a tu lado, comienzo a mirar todo excepto tu hermosa mirada que despierta los más profundos sentimientos en mi ser. Y doy gracias a Dios que soy mala guardando secretos, debido a eso he vivido los días más felices de mi existencia a tu lado.
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